Los primeros seres humanos en llegar al continente americano provinieron de Asia. Entre Siberia y Alaska hay un paso marítimo que se conoce como el Estrecho de Bering, y mide actualmente poco más de 80 kilómetros. La glaciación Wisconsin, entre los años 80000 y 7000 a.C., cubrió de hielo el extremo de Asia y buena parte de Norteamérica, sacando a la luz un puente de tierra, llamado Beringia, entre ambos continentes.
Hace entre 60 y 40000 años pudo comenzar la entrada de gentes desde Asia, en sucesivas oleadas. El aumento de la temperatura dividió la masa de hielo en dos grandes placas, la de la Cordillera y la de los Lauréntides, dejando un amplio pasillo por el que los primeros pobladores pudieron colonizar nuevas tierras hacia el sur.
El avance fue lento y gradual. En el actual territorio de México hubo seres humanos hace unos 35 mil años y en el extremo sur, en la Patagonia, hace 12.700. Son numerosos los asentamientos descubiertos por la investigación actual.
Se han propuesto además otras rutas de entrada a América. La colonización marina pudo llegar por la costa del Pacífico y avanzar de norte a sur. Además, procedentes de Australia, Melanesia o Polinesia pudieron llegar a América del Sur nuevas gentes atravesando del océano Pacífico, cuyos rasgos étnicos pueden ser rastreados en la actualidad.